05 noviembre 2006

Insólita llave de encanto.

¡Domina el añoso cielo que de alcanzarlo estoy lejos máxima estridencia!
Responde con sonoras ondas a las preguntas de los de ojos azabaches- mas como solares rayos si con detenimiento los miras-,
Quieren encontrar el sentido, ese mismo que se oculta tras cúmulos de blanco terciopelo,
Cautelosos cúmulos, fervientes esperando hospedar y complacer a los visitantes en culmen de quimeras,
A la existencia inherente.
Se ciñe,
Cada vez menor la resonancia terrenal,
Y colores ilusorios de la ilusión emergen
Cual arcoiris se dispersan,
En el lienzo de la verdad única se dibujan sin mal formas.
¡Estrépito oculto y sereno!
Mezcla de vaivenes refulgentes
Acertando la vida nuestra en encubierto aun.